¿La peor actuación de un DJ profesional?

Recientemente visité un sitio que para los que estén interesados en tracklistings y discusiones sobre música electrónica y temas afines les resultará sumamente atractivo. Se llama Tranceaddict <http:www.tranceaddict.com> y en este sitio hay foros de discusión no sólo sobre temas de DJs, sino incluso sobre política. Aquí se pueden hallar discusiones de muy diversa índole sobre los sets en vivo de dee jays a lo largo y ancho del mundo. Uno de los foros que más llamó mi atención fue uno que lleva por título Worst performance you've seen by a professional DJ? http://www.tranceaddict.com/forums/showthread.php?s=c8b5d3df320bcaf59f7495d40b33f464&threadid=397126&highlight=Worst+Professional+DJ

Me llamó la atención que se proponga una discusión de un asunto de este tipo, así que revisé la discusión (thread) del foro. Y debo decir, mis cero lectores, que me llamó sobremanera la escasa seriedad del asunto que manifiestan los participantes. Pero por encima de cualquier otra cuestión, me llamó mucho la atención la enorme subjetividad de lo que los participantes llaman "la peor actuación de un DJ profesional".

Para empezar, es evidente que absolutamente ninguno de los participantes muestra un mínimo de conocimientos sobre música, lo cual debería ser una condición a priori para juzgar la actuación no sólo de un dee jay, sino de cualquier tipo de músico que se desee juzgar. El entusiasmo del público no es un parámetro que diga mucho sobre el juicio que se pueda emitir al respecto, pues la pasión, la emoción que desata un recital en el público habla más del público que del intérprete (aunque no siempre es así).

En el foro se habla de diversos DJ que han puesto sets muy malos, y a menos que el interesado en el foro haya puesto una liga a un video, es realmente difícil saber exactamente de qué se está hablando, debido a la subjetividad. Uno de los pocos ejemplos con video y audio es el de un set de Judge Jules, un DJ inglés de muy buena reputación, que sin embargo parece haber ofrecido un pésimo set. El enlance es http://www.youtube.com/watch?v=t1umCGltALk. Aunque es difícil saber exactamente cuán malo fue el set, pues el audio-video apenas dura poco menos de dos minutos, es evidente que suena bastante mal; la virtud de este pequeño clip es que muestra una de las mezclas del DJ, que es el punto importante para juzgarlo, ya que la calidad del audio depende de cómo se haya registrado el sonido, y es evidente que se trata de un micrófono de muy poca capacidad. La mezcla es, en efecto, bastante mala, torpe, y abrupta, pero de una sola mezcla es difícil sacar conlusión alguna. En comparación, allí mismo hay un video de Matt Darey en Gatecrasher, http://www.youtube.com/watch?v=uqeqm-5NNwE&NR=1, quien el pasado 13-14 de abril estuvo en México para ofrecer un magnífico recital. Al comparar ambos videos resulta obvio que el de Darey es mucho muy superior. Pero no nos engañemos: el de Darey es un trabajo profesional, y cuyo audio está sacado directamente de la consola, lo que explica por qué se escucha tan bien. Ciertamente, la mezcla de Judge Jules es en extremo mala, y si todo el set mezcló de esa forma, es explicable que el participante en el foro nos diga que fue pésimo. Ciertamente, habría ayudado a un lector que el participante en el foro fuese más explícito en su descripción de lo realizado por Jules. Lamentablemente no fue así.

Pero lo que me importa señalar en este caso es el aspecto de cómo juzgamos, o cómo juzga alguien una actuación de un DJ. Hay muchos elementos que se ponen en juego a la hora de juzgar a un DJ en particular, pues es cierto que una mala noche puede significar ahuyentar al público y acabar la noche en un desastre, como es el caso de M.I.K.E., un DJ que empezó con dos mil personas en la pista de baile, y una hora después sólo había 150. Pero a pesar de eso, es posible preguntarse lo siguiente: ¿La música era tan mala que la gente dejó de bailar por eso? Y quizá más importante, más allá del tipo de música, ¿qué tan mal o tan bien mezcló el DJ esa noche? Es difícil saberlo, pues en general los participantes en el foro se refieren a dos cuestiones: la selección del material musical, y la respuesta del público, pero casi nadie habla, con presición y conocimiento, de las mezclas, que es lo verdaderamente importante.

Al parecer, a la mayoría de los participantes en este foro particular les interesa estar en la cima todo el tiempo, es decir que el set sea una suerte de elevador o montaña rusa que los lleve a un estado de éxtasis (de allí, entre otras cosas, si se acuerdan de mi post al respecto, viene el nombre del género básico de la música electrónica: trance) o embotamiento generalizado. Tal parece que, como si hablásemos de un concierto de música clásica, sólo quisiéramos que tocasen puros Allegros y ningún Adagio, Andante o Lentos que sirvan de contraste (que es, finalmente, la función de tales movimientos) al conjunto general.

Por poner un ejemplo en el que todo esto se relaciona, me referiré al reciente set de Matt Darey en Mansion Club, en Ciudad de México, del pasado 13 de abril. Para empezar, abrieron dos DJs mexicanos, bastante malones. Incluso Carlos Izaguirre, que en el medio nacional tiene cierto cartel y prestigio, uno de los DJs que abrió el recital, no mostró ninguna señal de querer hacer que la gente bailara o se prendiera con su set, no obstante era obvio que prácticamente nadie bailaba ni le importaba un comino lo que Izaguirre hiciera o dejara de hacer en las consolas. No obstante eso, algunos fans suyos le echaron porras, pero incluso ellos muy pronto se cansaron o aburrieron a morir. Incluso sus errores, uno de ellos verdaderamente garrafal (sacar el diasco que estaba sonando en vez del que ya había mezclado), pasaron desapercibidos, o al menos la gente ni siquiera se inmutó. La verdad es que le valió madre. Digamos que el desprecio fue recíproco: a la gente le importaba muy poco lo que Izaguirre hiciera en las mezcladoras, y a Izaguirre le importó menos que la gente bailara o no, se prendiera o no, él siguió tocando lo mismo, piezas muy planas, mal mezcladas (entradas súbitas, a destiempo, sin equilibrio) y con un sonido espantoso en que tanto agudos como graves se saturaban y hacían más tedioso el ejercicio de soportarlo. Naturalmente, todo cambió cuando apareció Matt Darey, que era a quien todos esperábamos. Su sola presencia hizo que la gente se prendiera, y los aplausos y gritos no se hicieron esperar. Pero lo más notable es que con el mismo equipo de mezclas y el mismo equipo de sonido que habían utilizado Izaguirre y el DJ anterior, el sonido cambió espectacularmente. Para empezar, jamás hubo saturación ni de graves ni de agudos, no había distorción en absoluto. El sonido, pese a salir muy alto (como ocurre en todo lugar de este tipo), se escuchaba con perfecta nitidez, y desde la primer pieza hasta la última (el set constó exactamente de 32 piezas, para una duración de casi 2 horas 41 minutos) fue un portento de equilibrio. Y lo más importante, además de una selección admirable de piezas (prometo que mañana pongo el tracklisting del set de esa noche), las mezclas de Matt fueron absolutamente espectaculares. Nada de rutina o apresuramientos, sino extremo cuidado y fusión perfecta de ritmos y géneros.

Aquí quiero señalar algo que Matt señaló al final de recital, a eso de las 6:40 de la mañana, durante una conversación con la prensa y algunos pocos que nos quedamos hasta el final. Él dijo que tuvo que adaptar su set de como lo tenía planeado originalmente, a lo que habían estado tocando los DJ previos. Sin duda, por alguna razón que no entiendo muy bien, pero siempre que he escuchado DJs mexicanos que abren algún set, tienen una preferencia muy marcada por el house, y el trance parece no interesarles mucho, y sus sets suelen ser muy aburridos, siempre el mismo beat, el mismo tipo de música, sin muchas variaciones, como si no quisieran arriesgarse. Esto probablemente se deba a que es más difícil mezclar trance, por ser más melódico, que el house, que es más ambiental. Como sea, Matt Darey se adaptó al ambiente que le habían dejado sus predecesores, aunque no tenía porqué hacerlo en realidad.

Y esta es una de las críticas que más se pueden ver en el foro mencionado. Por un lado, se critica mucho que el DJ no siga la línea trazada por los DJs precedentes; es el caso de Paul Oakenfold, a quien en el foro se le critica por no hacer esto y hacer su propio set, que al parecer muchas veces no tiene nada que ver con el anterior, o los anteriores. También al buen Oakey se le critica por abandonar el escenario en no pocas ocasiones. Aquí en México, en el festival Creamfields 2005, tanto Hernán Cattaneo como Paul Oakenfold abandonaron el escenario aquella madrugada que ya comenté en el primer post de este blog, movidos por las pésimas condiciones en que se organizó el evento. A Cattaneo casi se le viene encima una bocina, y enojado abandonó el recital después de menos de una hora. Oakey abandonó el suyo tras una hora y 40 minutos por lo mismo, sólo que a él sí se le vino la bocina sobre su equipo. Como profesionales que son, estos DJ no pueden menos que exigir condiciones óptimas para trabajar. Lo mismo pedían, toda proporción guardada, Mozart, Haydn, Handel y Bach.

Recuerdo que durante la segunda visita de Banco del Mutuo Soccorso a México en que tocaron en el Gran Forum de Taxqueña (un sitio realmente inmundo para conciertos, sin buena acústica; no sé por qué le llaman Gran Forum), se botaron los breakers de la energía eléctrica por una sobrecarga, y el grupo siguió tocando, esta vez en acústico. La gente les aplaudió a rabiar. Pero así como siguieron tocando, igualmente pudieron abandonar el escenario y dejarnos con un palmo de narices. Sin duda, aquella madrugada Cattaneo y Oakey nos quedaron a deber, pero también es cierto que esa probadita de apenas una hora del argentino, y casi dos horas del buen Oakey, confirmaron su grandeza y su excelsa calidad de DJs y mezcladores de discos.

El punto es que si no se habla de las mezclas (y el tracklisting es apenas un indicador, pero no ayuda mucho por sí solo si no se escucha la mezcla), es dificil saber a qué se refiere una crítica. Muchos de los participantes señalan que algún set le spareció aburrido. ¿A qué se refieren con aburrido? ¿A que no siguió la pauta de los DJs abridores, como parece es el caso de varias críticas a Oakey? ¿A que no les gustó la selección del DJ? Porque son dos problemas o asuntos distintos. Y sólo para que vean cuán distintos son, mencionaré un solo ejemplo.

Tiesto, considerado como uno de los mejores DJs del mundo, suele tener muy buenas selecciones de piezas en sus sets en vivo y en sus discos. Pero su forma de mezclar no puede ser más incompetente, más torpe, más mala. Nunca entran en tiempo, no respeta el ritmo ni el beat, a veces entran sus piezas de manera totalmente abrupta (véase, o más bien escúchese, cómo entra la primer mezcla en su célebre Parade of the Athlets), como si no importara cómo deban entrar. A veces entran de manera lentísima, y el proceso de "mezcla" puede durar hasta dos o tres minutos (así hasta un perro podría mezclar discos). Nunca hay fusión ni elegancia en sus mezclas, mucho menos sorpresa. Su incompetencia no podría ser mayor. Y sin embargo, su carisma, su encanto en el escenario, su comunión con la gente, y la selección de piezas, lo hacen uno de los favoritos de las multitudes. Insluso sus piezas originales, están pésimamente armadas: no respetan el tempo que él mismo les da, están descuadradas, y es casi imposible hacerlas cuadrar en tiempos determinados (por eso casi nadie mezcla piezas suyas, y él mismo no sabe cómo mezclarlas, a menos que sean remixes, lo que significa que alguien ya corrigió las fallas estructurales que traía de origen). Pero si quien habla de la actuación de un DJ se deja llevar por todas estas cuestiones subjetivas, estamos hablando de percepciones, y no de cuestiones reales, mesurables y que pueden ser juzgadas con criterios claros, más allá de si uno se durmió en el concierto, estuvo ebrio, drogado o distraído.

Y sobre las críticas a Oakenfold en el foro, yo he escuchado prácticamente todos sus sets en vivo: los Essential Mix World Tour (desde 1993), los Perfecto on Tour (desde noviembre de 2006), su Nocturnal guestmix, su Trance around the World guestmix, y muchos otros, y son en verdad espectaculares. Es probable que alguno de esos sets encajen en lo que alguno de los participantes del foro llama sets que no siguen al DJ precedente. Es probable. Pero como tales, como una obra de mezcla y recreación atmosférica cerrados en sí mismos, son verdaderamente espectaculares no sólo por la forma en que mezcla lo que en principio parece inmezclable, sino, principalmente, porque son asombrosos, por los cambios de ritmo, de género, que conlcuyen en un tejido sonoro fuera de serie. Y porque no siempre hace lo que uno espera que haga. Basta escuchar su set de la Winter Music Conference 2007 para percatarse que el buen Oakey siempre nos tiene reservada alguna sorpresa.