Estuve a punto de no subir un post el día de hoy. Entre las ocupaciones y otros asuntos, y algunos pesares, me enteré ayer de que Edgar Neve falleció. No hubo forma de saber cuándo ni cómo. Me entristeció que la comunidad literaria guardara un silencio así respecto a su desaparición. Claro, ¿quién chingados es o fue Edgar Neve? Muy pocos supieron de él. Tal vez se acuerden de él algunos de sus alumnos en la Universidad de la Ciudad de México, o algunos de sus compañeros de trabajo, pero la verdad quién sabe. Yo me lo volví a encontrar el año pasado, y comimos juntos para rememorar el pasado y refrescar proyectos y sueños, que ahora se quedan inconclusos. Ahora me toca a mí llevarlos a cabo, en su nombre, y en el mío. Descanse en paz Edgar Neve.
In memoriam, Edgar Neve
No basta con la vida o con los libros,
hay algo más que dejan las palabras,
un no sé qué de ruido e incertidumbre,
un eco repetido y nadie escucha...
No fueron sólo años, fue el silencio,
fue la espera que rasga y precipita
la que al fin todo pudo.
Tal vez sólo unos pocos
lo que es una partida sepan.
Así se van a veces los guerreros.
In memoriam, Edgar Neve
No basta con la vida o con los libros,
hay algo más que dejan las palabras,
un no sé qué de ruido e incertidumbre,
un eco repetido y nadie escucha...
No fueron sólo años, fue el silencio,
fue la espera que rasga y precipita
la que al fin todo pudo.
Tal vez sólo unos pocos
lo que es una partida sepan.
Así se van a veces los guerreros.
Edgar, a un año...
ResponderBorrarsaludos,
su sobrina